Gigantesca y babosa
Lo cierto es que cuando hablamos de
cualquier animal o especie en la que en su nombre aparece la palabra
‘gigante’, estamos hablando de una especie que puede tener los días
contados. Es el caso de la salamandra gigante de Japón, que ve como su población se reduce de forma drástica a medida que pasan los años.
Es una de las salamandras más grandes del
mundo y aunque por ahora no está en una situación crítica, se debe
empezar a actuar con el fin de evitar que la situación de esta especie
tan particular siga empeorando, una vez ha sido introducida en la lista
roja de la IUCN.
Características principales
Esta salamandra destaca por su hocico
redondeado y su cola relativamente corta pero robusta. Tiene una gran
cantidad de nódulos repartidos a lo largo de la piel que forma la cabeza
y la zona de la garganta.
Es de color marrón con algún trozo en negro y le permite camuflarse fácilmente con las rocas del fondo de los ríos.
Su cuerpo de forma alargada le hace una gran nadadora, y destaca
también por sus cuatro pequeñas pero muy fuertes patas para desplazarse
con rapidez tanto por debajo del agua, como por tierra firme.
Es una especie nocturna y además tiene una muy mala visión. De este modo cuenta con un gran sentido del olfato y del tacto, para percibir en todo momento el entorno y localizar a sus presas. Durante el día, se oculta entre las grietas de las rocas del río, dónde descansa para adquirir fuerza por la noche.
Su tamaño puede alcanzar 1.80 metros y llegar a pesar 25 kilos.
Unos datos nada que ver con el resto de salamandras, que de media
tienen una longitud de 10 centímetros y tienen un peso de apenas unos
gramos.
Su dieta está compuesta por peces de todo
tipo, salamandras de pequeñas dimensiones, insectos y gusanos,
cangrejos, caracoles e incluso pequeños mamíferos. Así pues, cuenta con
una dieta equilibrada y variada.
Tiene una característica peculiar y es
que cuando captura a su presa, le ejerce tal presión con la mandíbula
que lo mata asfixiado, sin la necesidad de herirlo para desangrarlo. Sin
embargo, en el caso que el animal no se asfixie, la salamandra gigante de Japón, procede a ingerir el animal vivo, que terminará falleciendo por la acción de los jugos gástricos.
Localización y hábitat
La salamandra gigante de Japón se
encuentra en las islas de Honshu, Shikoku y Kyushu, situándose entre 300
y 1.000 metros de altitud.
Podemos encontrar ejemplares de esta
especie en arroyos y lugares dónde circulan ríos a velocidad
consdierable, especialmente si se tratan de aguas claras y con poca
profundidad.
Su hábitat es ideal si la zona está llena
de árboles aunque en ocasiones se ha visto como alguna salamandra ha
llegado a zonas dónde hay presencia de civilización humana.
Amenazas
Aunque la situación de la salamandra
gigante de Japón todavía no es muy preocupante, sí cuenta con una serie
de amenazas que pueden hacer que la especie en cuestión vaya
desapareciendo poco a poco con el paso del tiempo.
Su hábitat se está destruyendo y eso
supone una de las principales amenazas para la salamandra gigante de
Japón. Por otro lado, existen las modificaciones de los cursos de los
ríos, con el fin de mejorar su uso para los humanos y esto afecta
también a esta especie.
La caza también es una amenaza presente
ya que la salamandra gigante de Japón se usa tanto como alimento por su
carne rica en proteínas, como para uso medicinal.
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